Moncada está vistiendo ya su futuro Museu de la Fàbrica de la Seda. Tras un laborioso trabajo de inventariado y restauración que ha durado años, el Ayuntamiento está a punto de solicitar el reconocimiento de la colección museística a la Conselleria de Cultura, el paso decisivo que transformará la factoría en un museo vivo único.

Los fondos de la fábrica Garín constan de más de 7.000 piezas entre telas, bocetos originales en papel, dibujos polícromos, patrones, cartones y una impresionante maquinaria industrial en perfecto estado. Los once telares Jacquard del siglo XIX permitirán a los visitantes conocer una fábrica en pleno funcionamiento, dentro de un museo, en un espacio exclusivo en su género.

Otras muchas máquinas asociadas a la producción se suman a este legado, en perfecto estado de conservación, gracias a la actividad de la empresa Garín 1820.

En los últimos nueve meses el Ayuntamiento de Moncada, que adquirió las instalaciones en 2013, ha llevado a cabo, con ayuda del Patronat Provincial de Turisme, el proyecto de equipamiento de la dirección ténica y el archivo documental del museo para dotarlo de infraestructuras que han permitido guardar informatizado el inventario de materiales, instalar «un laboratorio perfectamente equipado y armarios compactos donde almacenar adecuadamente una parte del fondo textil, que hasta el momento no había sido posible guardar», explica Josep María Burriel, coordinador d'Espais Museogràfics de Moncada. Un almacén de tejidos y patrones atesora espolines, terciopelos y piezas únicas. La fábrica exportó por todo el mundo sus creaciones. Sus producciones se conservan en Patrimonio Nacional, la Catedral de Santiago de Compostela y hasta en el Vaticano.

El futuro Museu de la Fàbrica de la Seda de Moncada estará ubicado en dos edificios contiguos de la calle Ramón de Villarroya, uno es una antigua nave industrial de mediados del XIX y un segundo que se corresponde con una casa-chalé de los años 20 del siglo XX construida en un extremo de la citada nave.

«Hemos invertido 105.000 euros en la cubierta de la fábrica, espacio absolutamente necesario para el museo, que albergará la primera fase del recorrido, donde podremos encontrar piezas del material inventariado y maquinaria de la época, como telares», explica la alcaldesa, Amparo Orts.

Otra inversión de 100.000 euros ha permitido organizar el que será el centro neurálgico del museo, oficinas, almacén, archivo documental y sala de estudio del material, «todo ello climatizado para conservar en óptimas condiciones de temperatura y humedad todo el patrimonio». «Subvenciones de Diputación han hecho posible estos avances y confiamos en mantener su apoyo para conseguir que nuestro museo sea pronto una realidad». Otra parte de la visita reflejará «la memoria histórica con imágenes de todas y cada una de las trabajadoras y trabajadores que hicieron una grandísima labor».

Fuente: Levante EMV