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13-04-2012  El auténtico tío la Vara está en Moncada: de charcutero jubilado a artesano

El televisivo José Mota tiene en Moncada al verdadero ‘tío la Vara’, personaje que ha popularizado en El Programa de José Mota en La 1 de TVE. Antonio Rubio, jubilado de este municipio de l’Horta Nord, ha encontrado en la confección de bastones su mayor entretenimiento desde que se jubiló hace 10 años. Desde hace 6 comenzó a crear hasta 20 y 30 bastones a diario, de todos los materiales y con empuñaduras de mil y una formas. Aunque no es lo único que tiene en común con el actor quien, como Antonio, es manchego de pueblos distantas a 15 kilómetros, Montiel y La Puebla del Príncipe.

‘‘Es un entrenimiento que me hace estar activo después de jubilarme y después de estar trabajando toda la vida’’, explica a El Periódico de Aquí. Antonio Rubio, quien confía almenos en llegar hasta los 3.000 ‘gaiatos’ antes de ‘‘terminar los días de mi vida’’. Llegue o no al Libro Guinnes de los Records, a este jubilado de Moncada le haría ilusión que alguna televisión realizara un reportaje sobre esta curiosa afición, que es muy comentada entre vecinos y amigos.

El proceso de elaboración es sencillo pero laborioso, desde que Antonio sale a buscar ramas de árboles y arbustos de campos donde se están podando y ‘‘siempre con el máximo respeto al medio ambiente’’.

Proceso de elaboración
Materiales muy diversos, como ‘‘de caña de bambú, encina, acibuche, peruétano, junco merino, aliaga o sabina’’, por poner sólo varios ejemplos. Muchos de ellos, torcidos y de formas sinuosas, que necesitan pasar por un horno a altas temperaturas para ser enderezados tras dos y tres meses atados a unos ángulos metálicos rectos. El resultado es espectacular.

Después de bien lijados, Rubio se pone manos a la obra con las empuñadoras, de todas las formas imaginables, desde las típicas redondeadas, a otras más angulosas o con forma de animal y entre éstos, el perro es el preferido. No en vano, este charcutero de profesión y amante de la caza, ha contado a lo largo de su vida con decenas de canes como animales de compañía.

‘‘Le hago un agujero en la empuñadura y se mete el palo, ayudándome de una lima. Después se encola y se repasa hasta unir las aristas y quedar parejo. Finalmente, se barniza todo el bastón, para protegerlos de las inclemencias metereológicas y de los insectos. Así queda listo para ser utilizado para paseos y caminatas’’, explica.

Así pasa el tiempo este vecino de Moncada, quien defiende la importancia de encontrar un hobby después de jubilarse. ‘‘Es una manera de entretenernos aquellos que nos hemos pasado toda la vida trabajando’’. En su caso, charcutero de profesión, ha recorrido media España junto a su padre antes de recalar en Moncada, desde donde ha llevado los mejores productos por mercados ambulantes de media Valencia. Antonio, el charcutero. Y ahora, el tío la Vara.

Fuente: El periódico de Aquí
 

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