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14-01-2013  El comercio se transforma, macroproyectos a la vista.

Es difícil saber cómo será Valencia dentro de ocho años. La ciudad afronta una transformación que implicará oportunidades y amenazas para el sector del comercio». El profesor del Esade Business School, Gerard Costa, se explicó así para analizar los cambios que afronta la ciudad este año. Porque si los grandes eventos implicaron el cambio turístico de Valencia, ahora llega la conversión de la estructura comercial por dos hechos.

Por un lado, el decreto del Gobierno que recoge medidas para la liberalización comercial. Aunque entra en vigor el martes 15, el DOCV publicaba este viernes las zonas de gran afluencia turística en Valencia y las grandes superficies anunciaban que abrirán todos los domingos y festivos, excepto fechas como 1 y 6 de enero, 1 de mayo y 25 diciembre.

Por otro, la construcción de cinco macroproyectos de grandes superficies en Valencia y localidades próximas que sumarán al mercado local otros 543.000 metros cuadrados al mercado local en el plazo de dos años cuatro de ellas y en nueve años la quinta, que aún está en trámites.

Esta cifra supera la totalidad de los metros cuadrados inaugurados en 2011 en España, que fueron 410.132 según datos de la consultora Aguirre Newman. En un estudio sobre el mercado de centros comerciales en 2012 ya advertía de la «situación teórica de saturación de superficie comercial» en algunas ciudades españolas, entre ellas Valencia, al presentar ratios de superficie bruta alquilable por encima del nivel de equilibrio.

Las cinco nuevas superficies comerciales recalarán en Valencia, Alfafar, Burjassot y Paterna. De ellas, una abrirá sus puertas el próximo marzo y otras tres comienzan a dar los primeros pasos. La más lejana en el tiempo es el centro Puerto Ademuz de Paterna, que promueve el fondo británico Eurofund Investments sobre una superficie de 300.000 metros cuadrados frente al actual Heron City con una inversión de 500 millones.

La previsión es que las obras de urbanización puedan iniciarse en 2015 y sean una realidad en el plazo de unos seis años. Por ello, la promotora se dirigió el pasado julio a la Generalitat para solicitar que el proyecto sea declarado Actuación Territorial Estratégica (ATE) con el propósito de acelerar su construcción. El centro, que combina ocio y compras, prevé incorporar piscinas de olas y surf y pistas de esquí.

Muy cerca estará la tienda de la multinacional alemana Bauhaus, que tiene como peculiaridad que se levantará sobre el convento de Santa Catalina de Siena, entre Mas del Rosari y La Coma, ya que las propias monjas dominicas son las propietarias de los terrenos. Fuentes del Ayuntamiento de Paterna señalaron que la previsión es que este mes comiencen las obras. Finalizarán en otoño de 2014 y se actuará sobre 32.000 metros cuadrados, de los que 20.000 corresponderán a la tienda de bricolaje.


Proximidad a la ciudad
En Burjassot este marzo aterriza otra tienda de bricolaje y decoración, Leroy Merlin, que será la primera empresa de distribución que abra sus puertas en Parque Ademuz, «el parque de medianas [superficies]» que IGSA construye en la entrada oeste de la ciudad de Valencia y a pocos metros del Palacio de Congresos.

Construido por fases, fuentes de la inmobiliaria detallaron que la apertura del resto de locales «se hará de forma gradual a lo largo del año» y que actualmente «el 75% de la superficie ya está alquilada». En total, 36.000 metros cuadrados y 2.000 plazas de parking para un proyecto del que IGSA destaca su «proximidad a Valencia».

La cercanía a la capital es otra de las características de Alfafar Parc, la zona comercial en la que se ubicará Ikea en verano de 2014. La multinacional sueca, que destinará 60 millones a la operación, ya ha pedido la licencia de obras al Consistorio de este municipio. Si Ikea ocupará 37.300 metros cuadrados en los terrenos, se destinarán otros 78.000 para la venta a otras medianas superficies.

Ya en la ciudad de Valencia la entrada sur es la ubicación elegida por la multinacional franco-holandesa Unibail-Rodamco para la construcción de Oceanic, un centro comercial y de ocio de 97.000 metros cuadrados con 200 tiendas. El proyecto, diseñado por el taller de Ricardo Bofill, ya ha superado el último trámite en el Ayuntamiento, por lo que los trabajos podrían comenzar este trimestre.

A estas aperturas a dos años vista (excepto Puerto Ademuz) hay que sumar la propuesta de ubicar en la Marina Real un espacio 'outlet' de tiendas y la galería comercial que Grupo Aza tiene planificada en la calle Colón, sobre el parking abierto recientemente, y que podría estar lista para este mismo otoño.

Para el profesor Costa estos proyectos «cambiarán el tráfico de clientes» en la ciudad e «inevitablemente los comercios del centro urbano tendrán que adaptarse para ofrecer novedades y poder diferenciarse». Porque, como recordó este experto, «no es lo mismo ir de compras que hacer la compra» y ahí grandes y pequeños establecimientos tienen un valor con el que poder destacar «si saben reinventarse y adaptarse al consumidor».

Además, a su juicio, «el éxito lo tendrán aquellos locales profesionales. Los pequeños comercios podrían sacar provecho pero su visión de negocio es el autoempleo, no quieren competir y demandan medidas de protección. Es lo que tienen que modificar para no cerrar».

La presidenta de la Confederación de Comerciantes y Autónomos de la Comunitat Valenciana (Covaco), Encarna Sanchis, afirmó que las nuevas grandes superficies comerciales «pueden afectar mucho al comercio urbano porque una tienda que desaparece no se vuelve a implantar y la ciudad pierde». Para Sanchis «no tiene sentido planificar una ciudad sostenible» y luego incentivar la puesta en marcha de zonas comerciales fuera de la ciudad «donde se coge el coche para comprar un litro de leche».


Sin mirar el reloj
La planificación de los macroproyectos no es la única transformación que asume el comercio valenciano. El martes entra en vigor la libertad horaria propuesta por el Gobierno con el objetivo de incentivar el consumo y generar empleo. La novedad estrella es la declaración de las zonas de gran afluencia turística en 14 ciudades, cuatro en Valencia, donde no habrá restricción ni de horas ni de días de apertura.

Pero la liberalización no se queda únicamente ahí. En el resto de municipios no turísticos, el número mínimo de domingos y festivos en que las tiendas podrán abrir es de 16, aunque las autonomías pueden reducirlo hasta un mínimo de 10, como es el caso de la Comunitat en 2013. El horario será libre, eliminando la restricción de las 12 horas actuales.

Además, estas aperturas deberán atender «de forma prioritaria», según el decreto gubernamental, «al atractivo comercial de los días para los consumidores», por lo que se marcan los que coincidan con los tradicionales periodos de rebajas o los de mayor afluencia turística en la autonomía.

Acaban también las rebajas entendidas como tal, pues ahora los comerciantes podrán determinar libremente los periodos, la duración e, incluso, adquirir productos destinados a tal fin. Para la presidenta de Covaco, «el comercio urbano rebajará el producto que siempre ha tenido en tienda para garantizar la calidad». Según el profesor Costa, «eran una limitación legal que acaba y que no dejaba de ser una campaña promocional» mientras que para el profesor de la UCH Enrique Lluch «podría haber más confusión entre lo que es rebaja y lo que es oferta».

Texto extraido de Las Provincias

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